UNIVERSIDAD CATÓLICA TECNOLÓGICA DEL CIBAO
(UCATECI)
LA VEGA
ESCUELA DE EDUCACIÓN Y
HUMANIDADES
MAESTRÍA EN GESTIÓN
ACADÉMICA
TEMA:
ENSAYO SOBRE LA COMPETENCIA DEL PROFESOR
UNIVERSITARIO.
ASIGNATURA:
PRÁCTICA DOCENTE UNIVERSITARIA
MAESTRO:
ETANISLAO
DE LA CRUZ.MSC
SUSTENTADO POR:
NIRY MARGARITA SEPÚLVEDA PLASENCIA
2004-0712
LA
VEGA, 27 DE AGOSTO, DEL 2013.
LA COMPETENCIA DEL PROFESRO UNIVERSITARIO.
INTRODUCCION
La competencia del profesor universitario es la base principal que
requieren las universidades en la formación de sus educandos, la cual debe
estar acorde con una serie de elementos que caractericen al docente lo cual se
ve reflejado en la calidad educativa de su labor.
El propósito del siguiente ensayo va encaminado en el análisis de las
características que identifican a un
profesor universitario competente, y de cómo este puede cambiar su realidad
educativa, la cual se verá reflejada en su personalidad y métodos a utilizar en
el proceso pedagógico.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,
competencia se define como:
“Capacidad para responder exitosamente a una demanda, tarea o problema
complejos movilizando y combinando recursos personales (cognitivos y no
cognitivos) y del entorno” (OECD, 2005). Lo que indica que un maestro es
competente cuando sabe enseñar y al mismo tiempo aprender de forma efectiva y
de las exigencias que se les presenta como educador, a través de su
responsabilidad social.
Un profesor universitario no solo
es competente cuando ha adquirido ciertos grados o titulación en su
profesión, sino también cuando en su accionar se refleja su calidad humana y a
la vez puede convertirse en un líder capaz de modificar su realidad y
convertirse en un modelo a seguir
LA COMPETENCIA DEL PROFESRO UNIVERSITARIO.
El desarrollo de las competencias docentes a nivel superior implica la preparación constante de los profesores
en su ámbito laboral, innovando cada día en su labor y mostrando sus valores
humanos en cada acción.
Los maestros conscientes saben que tienen que
prepararse continuamente para que su labor no sea obsoleta, es por esto que en
la crítica o emisión de un juicio esto son autónomos y capaces de tomar las decisiones más acertada.
Medina (2001), establece que “el
proceso de capacitación de los docentes han tenido repercusiones positivas
aunque limitada”.(p.135). Es por tal razón que la preparación docente ayuda a
que el maestro cada día se preocupe más por prepararse, ya que esto le ayuda a
desarrollarse más como persona y como profesional, donde tiene la oportunidad
de desarrollar las diferentes competencias que posee.
Es así como en el material
analizado se puede notar que se entiende por “competencia docente. “al conjunto
fiable de conocimientos sobre la relación entre la enseñanza y el aprendizaje”;
esto significa que un buen profesor no sólo requiere el dominio sobre los contenidos
de la materia, sino que también debe adquirir conocimientos sobre cómo
despertar en sus alumnos el interés por la asignatura, cómo aprenden, es decir,
requiere desarrollar ciertas habilidades pedagógicas, una capacidad perceptiva
y de atención sistemática sobre los avances de sus alumnos para averiguar si
están aprendiendo o no y por qué, y qué es lo que les ayuda a aprender. García
Ramos y Congosto (1996: 127), lo que indica que las competencia van más allá de
una clase modelo de contenido, sino que estas deben servir para encaminar a que
el estudiante sienta motivación por adentrarse en el mundo del conocimiento.
La formación docente en la
universidad influye en la preparación académica de los estudiantes, lo que se
refleja en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en los comentarios que los
discentes hacen de sus maestros, lo cual se sustenta en diferentes estudios que
se hacen sobre las competencias y perfil del docente universitario como el
siguientes: presentado en la tesis
doctoral del Dr. Òscar Mas Torelló titulado el profesor universitario: sus
competencias y formación en la Universidad Autónoma de Barcelona. En el
cual llegó a la conclusión de que:
La formación del profesorado universitario, debe
desarrollar y tener correspondencia con el perfil competencial establecido como
referente; considerando y estructurándose en (a partir de las aportaciones de
Navío (2007) para el formador de formadores, de Tejada (2009) para una figura
docente genérica, y de Mas (2009) para el profesor universitario): una formación inicial previa adecuada a las
necesidades del profesorado, en formato de Postgrado o Máster común a todas las
universidades orientada a la mejora de la práctica profesional, contextualizada
y coherente de nuevo con las necesidades prácticas del profesorado y con la
formación inicial desarrollada. Esta investigación deja claro que el docente
universitario debe tener una excelente y continua preparación para poder guiar
un proceso pedagógico de calidad donde dicha
formación además de dar respuesta a la consecución de los objetivos propuestos
y al desarrollo de las competencias prefijadas, de respuestas satisfactorias a
las exigencias sociales.
Es por consiguiente como el“Programa
de mejora e innovación de la docencia” (ICE-Universidad
de Zaragoza, 2004), considera al docente universitario un mediador entre el
conocimiento y el alumno, un facilitador del aprendizaje, un tutor, un
organizador, un orientador y supervisor del trabajo y del aprendizaje discente,
etc. no bastará con poseer las competencias comunicativas, pedagógicas y
curriculares específicas que atesora el profesorado actual, se deberá incidir y
adecuar la formación para que este colectivo adquiera unas más amplias
competencias profesionales pedagógicas
básicas.
Ruiz, A & Rojas, L. (1998). Dicen que:
“De acuerdo con la pedagogía crítica la
docencia universitaria debe convertirse en un espacio para la reflexión, la
crítica y la formulación de propuestas a fin de lograr que la preparación
académica sea de excelente calidad; pero con un profundo sentido social y humanista”
(p.85). Este enfoque del proceso educativo se basa en la necesidad de realizar
aprendizajes significativos que se puedan utilizar para llevar a cabo una
práctica profesional que satisfaga las exigencias del medio. Para toda persona
es importante estar cada día a la vanguardia con los conocimientos y las
innovaciones, esto le permitirá mantenerse siempre interactuando de manera
directa con los cambios y evitar ser semejante a una máquina obsoleta.
Hay conocimientos y conceptos que nunca
cambian ; pero en el área social , segundo tras segundo habrán cambios
significativos , por lo que el docente ha de mantenerse día tras día
aprendiendo, desarrollando sus competencias , investigando y sobre todo escalando en la formación , para poder responder a los
nuevos tiempos y desafíos de forma eficaz y adecuada.
Tardif, M. (2004). Sostiene que: “Las
fuentes de formación profesional de los docentes universitarios no se limitan a la formación inicial en la universidad; se trata en el verdadero
sentido del término de una formación continua y continuada que abarca toda la
carrera docente” (p.212). Es fundamental entonces para el maestro mantener esa
formación que cada día va sumando a su
labor.
Por otro lado, un maestro que no
presenta dominio de la asignatura que imparte, que utilice técnicas y métodos
inadecuados, no tenga una comunicación efectiva, ni un buen desarrollo personal
y emocional no podrá dar los resultados
que se esperan en el proceso pedagógico, lo que indica que en la formación del
maestro universitario tienen que ver una serie de elemento que determinaran si
el mismo es competente en el área en
que se desenvuelve.
Dimensiones del docente universitario
García Ramos (1997: 384) hace una
excelente síntesis de las dimensiones de la competencia del profesor
universitario extraídas de diversas investigaciones:
Dominio de la asignatura
(condición necesaria, aunque no suficiente para una docencia de calidad).
2. Didáctico-técnica:
programación-organización, evaluación y uso de recursos didáctico-metodológicos
que favorecen la claridad de la exposición y desarrollo de la materia.
3. Comunicación con el alumno:
aspecto relacionado con el anterior, pero con el énfasis puesto en la
consecución de una adecuada comunicación con el alumno, a nivel grupal y a
nivel individual- personal.
4. Personal-motivacional: factor
sin duda relacionado con el anterior y que influye enormemente en la claridad
expositiva, es el componente personal de entusiasmo y motivación que el
profesor transmite al alumno en su docencia.
El perfil competencial del profesor universitario
Para poder hacer
referencia al perfil competencial del profesor universitario, no puede
separarse de las dos principales funciones profesionales que debe asumir docencia
e investigación.
Por lo que, son numerosos los listados de competencias que se
pueden encontrar haciendo referencia al perfil docente o formador (Ayala, 2008;
Pérez, 2005; Perenoud, 2004; Sarramona, 2002) y, algunos menos, los referentes
al perfil investigador (Hay Group, 1996 - citado en Pirela y prieto, 2006-;
Pirela y Prieto, 2006; Carreras y Perrenaud, 2005). Esta multiplicidad de
listados competenciales se justifica por la diversidad y heterogeneidad de contextos
donde se pueden desarrollar estas funciones (diferentes niveles del sistema educativo,
formación en empresas, etc.) y por la diversidad tipológica de profesionales a
los que podemos hacer referencia (maestros de infantil y primaria, profesores
de secundaria y postsecundaria, formadores de formación continua, dedicación
exclusiva, parcial o esporádica a la formación, etc.). Así, considerando cada
contexto específico de actuación y las especificidades de cada actor
(profesional), podemos saturar, añadir y/o eliminar algunas competencias y/o
unidades competenciales de cada uno de los perfiles, siempre teniendo como
referente la familia profesional de la educación.
Competencias relacionadas con las funciones docente e
investigadora
En lo referente a la
función docente, la responsabilidad del profesor universitario traspasa los
límites del aula donde desarrolla el acto didáctico (fase interactiva); también
debemos considerar el diseño y planificación de dicha formación (fase
preactiva), la evaluación de las competencias adquiridas y/o desarrolladas y,
como no, la contribución de dicho profesional a la mejora de la acción
formativa desarrollada y su participación en la dinámica académico-organizativa
de su institución.
Veamos las
competencias que debe poseer dicho profesor universitario para desarrollar una función
docente de calidad:
Diseñar la guía docente
de acuerdo con las necesidades, el contexto y el perfil profesional, todo ello
en coordinación con otros profesionales
·
Diagnosticar las
necesidades presentes.
·
Formular los
objetivos de acuerdo a las competencias del perfil profesional.
·
Seleccionar y
secuenciar contenidos disciplinares.
·
Diseñar estrategias
metodológicas atendiendo a la diversidad de los alumnos y la especificidad del
contexto.
·
Seleccionar y diseñar
medios y recursos didácticos de acuerdo a la estrategia.
·
Elaborar unidades didácticas de contenido
·
Diseñar el plan de
evaluación del aprendizaje y los instrumentos necesarios.
·
Desarrollar el
proceso de enseñanza aprendizaje propiciando oportunidades de aprendizaje tanto
individual como grupal.
·
Participar y promover
la participación/colaboración en/con diferentes
·
equipos de
investigación nacionales y/o internacionales
·
Contribuir al establecimiento de las
condiciones indispensables para
·
desarrollar
actividades investigadoras.
·
Planificar colaborativamente los temas y
estrategias de investigación.
·
Potenciar el/los grupo/s de investigación.
·
Estimular la
reflexión compartida de los temas de investigación
·
Asesorar investigaciones (tesinas, tesis u
otros proyectos).
·
. Aplicar modelos
teóricos planteados.
·
Generar modelos
teóricos de situaciones concretas de la realidad.
·
Elaborar informes y
documentos técnicos para documentar las investigaciones
·
Promover la
evaluación y la mejora del proceso de innovación e investigación.
CONCLUSION
La parte fundamental en el proceso de aprendizaje
en las universidades, es que el docente esté
debidamente preparado y bien formado académicamente; ya que para un buen desempeño se requiere
conocer los retos, las debilidades y fortalezas, las distintas situaciones a
enfrentar, entre otras cosas que son propias del oficio y que sin un manejo
adecuado terminan frustrando a los involucrados y dañando lo que podría haber
sido bueno.
Dependiendo de la competencia del docente serán los efectos que este pueda
tener en los alumnos, pues los conocimientos le permiten discernir qué debe
hacer y hacia dónde encaminar a sus alumnos conforme a la capacidad de cada
uno.
Finalmente se debe afirmar
que el perfil de un docente
universitario competente debe estar
encaminado con las cualidades que muestra Lourdes Caudillo Zambrano en su artículo
“La competencia del profesor universitario, características concuerdan con las
de Enrique Neira Fernández en su artículo
Perfil del buen docente universitario las cuales se pueden resumir en:
• Estima de
su condición de educador
Lo primero que
se desea es que el docente aprecie su propia condición como una importante
función social y asuma su ejercicio no por necesidad o porque no se puede hacer
otra cosa, sino por vocación. Lamentablemente el ejercicio de esta profesión no
goza de un alto status social y mucho menos de una adecuada remuneración
económica en nuestro medio. Pero se la puede asumir como misión, ingrata y dura
con frecuencia, pero que también tiene sus satisfacciones y realizaciones
plenificantes. Estas no suelen ser inmediatas, sino que maduran con el correr
de los años y se cosechan al ver que los esfuerzos realizados cuajan en nuevas
generaciones de hombres y mujeres bien formados, líderes benéficos de la
sociedad.
• Sincero aprecio por la juventud
de hoy y por el alumno concreto
Sólo sobre esta base se puede trabajar
en la educación superior de la juventud. De este aprecio nace fácilmente el
contacto directo y personal con los alumnos universitarios. El diálogo
profesor-alumno alimenta el mutuo aprecio y respeto.
• Excelencia académica y
competencia profesional
Es la
aplicación del antiguo adagio latino: "Nemo dat quod non habet"
(Ninguno puede dar lo que no tiene). Si se quiere trasmitir la ciencia, la
cultura amplia, la especialización, uno como docente tiene que estar imbuido de
ellas. El atractivo del prestigio personal permite influir positivamente sobre
las personas de los universitarios y servir de modelo de identificación para
los futuros profesionales. Esto implica en el docente el universo de su sólida
formación profesional y abarca el amplio abanico de sus competencias culturales
y psicológicas.
• Educación
permanente
El
docente debe actualizarse constantemente respecto de sus actitudes personales,
de los contenidos de las materias que imparte y de los métodos pedagógicos que
utiliza. Nuestra misión requiere una continua prontitud para renovarnos y
adaptarnos. Y mas cuando el cambio es tan rápido.
• Capacidad
para comunicar el saber y los saberes
No bastan los
conocimientos ni el ser uno eminente en su profesión, o en las ciencias, o en
las técnicas de su especialización. "El mundo no necesita buenas ideas,
sino gente capaz de expresarlas" (James Keller). Todos podemos citar
nombres de técnicos muy diestros, de excelentes profesionales, investigadores
notables, verdaderos "pozos de ciencia", pero lamentablemente
incapaces de hacerse entender por un grupo de universitarios, o de influir en
la formación de su personalidad. Mucha ciencia, pero carencia para comunicarla.
Tenemos que aprender o comunicar la ciencia y la técnica, si queremos ser
docentes universitarios. Un buen profesor, moderno y actualizado, tiene que
acumular aportes invaluables de la psicología y de las ciencias pedagógicas.
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