MAESTRÍA EN
GESTIÓN ACADÉMICA
TEMA:
ENTORNOS DE
APRENDIZAJES
ASIGNATURA:
PRACTICA DOCENTE
UNIVERSITARIA
MAESTRO:
DRA. ETANISLAO DE LA
CRUZ.MSC.
SUSTENTADO POR:
NIRY MARGARITA SEPÚLVEDA
PLASENCIA 2004-0712
JULIANA ROMERO CABRAL
97-0946
DENNIA CABRAL BUENO
2012-4035
GLADYS MARIA JIMENEZ
98-0551
LA VEGA, 7 DE
SEPTIEMBRE, DEL 2013
INTRODUCCION
Los
entornos de aprendizajes son vistos como los espacios o ambientes que influyen
directamente en la calidad de la práctica pedagógica. Los
entornos de aprendizajes desde una
revisión con miras a contribuir a la delimitación conceptual y profunda de
este. No obstante las transformaciones de la cultura contemporánea han puesto
en cuestión el monopolio que ha ejercido la escuela sobre lo educativo, ella
sigue siendo uno de los espacios de aprendizaje más importantes en las
sociedades actuales, de allí que sea necesario repensar ambientes como el aula
desde perspectivas diversas y complejas que no reduzcan el problema a una sola
de sus dimensiones.
Hernando
Romero (1997) presenta un análisis del espacio educativo como parte
de la naturaleza de las actividades académicas, administrativas y de proyección
social. Expone los campos de desarrollo y cómo se articula en ellos el espacio
educativo, la relación existente entre éste y la calidad de la educación y,
finalmente, analiza las relaciones de poder que propician los espacios
educativos. Según el autor, no todos los espacios físicos son válidos para
todos los modelos educativos en la perspectiva de lograr la excelencia
académica, por eso el espacio forma parte inherente de la calidad de la educación,
los espacios consagran relaciones de poder, tanto en el proceso pedagógico como
en el organizacional.
Los ambientes de aprendizaje van desde lo lúdico, lo estético y el
problema de las nuevas mediaciones tecnológicas, para señalar ejes sobre los
cuales debe girar una reflexión más profunda sobre la educación contemporánea,
si se quieren superar posturas instrumentalistas, transmisionistas y
disciplinarias en las aulas escolares.
Se entiende
por entornos de aprendizajes a las
disciplinas relacionadas de alguna manera con el concepto de ambientes de
aprendizaje, también llamados ambientes educativos, términos que se utilizan
indistintamente para aludir a un mismo objeto de estudio. Desde la perspectiva
ambiental de la educación, de la ecológica,
la psicológica, de la sistémica en teoría del currículo entre otros, se ha contribuido a delimitar
este concepto que actualmente demanda ser reflexionado dada la proliferación de
ambientes educativos en la sociedad contemporánea y que no son propiamente
escolares.
Conceptualizar los ambientes educativos desde la
interdisciplinariedad enriquece y hace más complejas las interpretaciones que
sobre el tema puedan construirse, abre posibilidades cautivantes de estudio,
aporta nuevas unidades de análisis para el tratamiento de problemas escolares y
sobre todo ofrece un marco conceptual con el cual comprender mejor el fenómeno
educativo, de ahí poder intervenirlos con mayor pertinencia.
La demanda de los nuevos escenarios para la pedagogía, sobrepasa los tradicionales linderos escolares que se
remonta a los años sesenta en Latinoamérica con las experiencias educativas
lideradas por comunidades e instituciones con ideales liberacionistas en contextos de
marginación, explotación económica y dominación política (Giroux 1997).
Debido a la
reconfiguración cultural que ha sufrido la educación en la actualidad, se viene
reconociendo una generalización de lo educativo en diferentes escenarios y
procesos culturales, de modo que pensadores como Regis Debray señalan que la
cultura contiene un segmento pedagógico (Debray 1997).
Este señalamiento es bien importante, pues evidencia el declive de la hegemonía
de la institución escolar en las sociedades contemporáneas, donde los
significados de la pedagogía se habían restringido a lo escolar, olvidándose de sus significados complejos y polisémicos
referidos a su sentido social y a prácticas sociales históricas muy diversas
que le eran propias. Este fenómeno que toma forma en la actualidad recuerda que
antes de existir la forma escuela, las sociedades aprendían y se socializaban
por medio de otras agencias culturales como las familias, las cofradías, los
gremios de artesanos donde se transmitía el saber de los oficios a las nuevas
generaciones, la comunidad local con sus tradiciones y la parroquial, entre
otras.
Igualmente
la educación se halla descentrada de sus viejos escenarios como la escuela, sus prácticas, actores y modalidades han
mutado y traspasado sus muros para extender su función formativa y
socializadora a otros ambientes, como la ciudad y las redes informáticas, a
sujetos que no son necesariamente infantes, sino también adultos, mediando
otras narrativas y saberes que escapan a la racionalidad ilustrada, centrada en
el discurso racionalista del maestro y en el libro, vehículo cultural por
excelencia desde la Ilustración.
El entorno de aprendizaje es un espacio en el que los
estudiantes interactúan bajo condiciones, circunstancias físicas, humanas,
sociales y culturales, propicias para generar experiencias de aprendizaje
significativo con sentido. Dichas experiencias son el resultado de actividades,
dinámicas, propuestas acompañadas y orientadas por un docente. Específicamente en
el marco del desarrollo de competencias, un
entorno de aprendizaje se
encamina a la construcción y apropiación de un saber que pueda ser aplicado en
las diferentes situaciones que se le presenten a un individuo en la vida y las
diversas acciones que este puede realizar en la sociedad.
Los entornos de aprendizaje deben fomentar el
aprendizaje autónomo dando lugar a que
los sujetos asuman la responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje,
además de generar espacios de
interacción entre los estudiantes en los cuales el aprendizaje se construya
conjuntamente, de manera que se enriquezca la producción de saberes con el
trabajo colaborativo y se reconozca la importancia de coordinar las acciones y
pensamientos con los demás. Por ejemplo, en el desarrollo de competencias
matemáticas, el ambiente de aprendizaje debe favorecer el desarrollo de los procesos
de la actividad matemática y la comprensión y apropiación de los conocimientos matemáticos
fundamentales en la disciplina.
CLASIFICACION DE LOS ENTORNOS DE APRENDIZAJES DE ACUERDO A
SUS AMBIENTES.
Dentro de los entornos de aprendizajes están los
ambiente de aprendizaje que son salas
multifuncionales destinadas a la docencia, dotadas con equipamiento para la
realización de actividades académicas especiales, proyectos didácticos
específicos, cursos, seminarios o sesiones de formación para las que se
necesiten los medios con que cuentan estos espacios. Pueden reservarse con
antelación.
Según Daniel
Raichvarg (1994), la palabra "ambiente" data
de 1921, y fue introducida por los geógrafos que consideraban que la palabra
"medio" era insuficiente para dar cuenta de la acción de los seres
humanos sobre su medio. El ambiente se deriva de la interacción del hombre con
el entorno natural que lo rodea. Se trata de una concepción activa que
involucra al ser humano y, por tanto, involucra acciones pedagógicas en las que
quienes aprenden están en condiciones de reflexionar sobre su propia acción y
sobre las de otros, en relación con el ambiente.
Desde otros saberes, el ambiente es concebido como
el conjunto de factores internos biológicos, químicos, externos, físicos y
psicosociales que favorecen o dificultan la interacción social. El ambiente
debe trascender entonces la noción simplista de espacio físico, como contorno
natural y abrirse a las diversas relaciones humanas que aportan sentido a su
existencia. Desde esta perspectiva se trata de un espacio de construcción
significativa de la cultura.
Los
entornos de Aprendizaje se pueden
clasificar en diferentes campos según su ambiente, como son: campos de las
ciencias sociales, ciencias naturales, lengua y literatura, de lenguas
extranjeras, matemáticas, educación artísticas y demás áreas del conocimiento.
El desarrollo de la noción de ambiente ha derivado
a otros ámbitos como los de la cultura y la educación, para definir dinámicas
además de procesos específicos que otros
conceptos o categorías no permiten. Según lo manifiesta Lucié Sauvé (1994),
el estudio de los diferentes discursos y la observación de las diversas
prácticas en la educación relativa al ambiente ha permitido identificar seis
concepciones sobre el mismo:
1. El ambiente como problema para solucionar este modelo intenta llevar al
estudiante a la identificación de problemas ambientales después de apropiarse
de unos conocimientos relacionados con la investigación, evaluación y acción de
los asuntos ambientales.
2. El ambiente como recurso para administrar se refiere al patrimonio biológico
colectivo asociado con la calidad de vida,
por ser un recurso el ambiente se
agota y se degrada por ello se debe
aprender a administrarlo con una perspectiva de desarrollo sostenible y de participación
equitativa.
3. El ambiente como naturaleza para apreciar, respetar y preservar, ello supone el
desarrollar de una alta sensibilidad hacia la naturaleza, su conocimiento y la
toma de conciencia de que somos parte de ella.
4. El
ambiente como biosfera para
vivir juntos por mucho tiempo, lo cual invita a reflexionar en una educación
global, que implica la comprensión de los distintos sistemas interrelacionados físicos, biológicos, económicos, políticos.
Desde esta noción se otorga un especial interés a las distintas culturas,
civilizaciones y se enfatiza el desarrollo de una comunidad global, con una
responsabilidad global.
5. El ambiente como medio de vida para conocer y para administrar, es el ambiente
cotidiano en cada uno de los espacios del hombre: escolar, familiar, laboral,
ocio. El ambiente propio para desarrollar un sentimiento de pertenencia, donde
los sujetos sean creadores y actores de su propio medio de vida.
6. El ambiente comunitario para participar, se refiere a un medio de vida compartido,
solidario y democrático. Se espera que los estudiantes se involucren en un
proyecto comunitario y lo desarrollen mediante una acción conjunta y de
reflexión crítica.
Cada una de estas concepciones define unas
prácticas que desde su especificidad se complementan, de manera que pensar en
el ambiente implica una realidad compleja y contextual que sólo se puede abordar desde la pluralidad
de perspectivas para pensar en los entornos educativos.
Así mismo, relación entre la lúdica y el
aprendizaje es el tema abordado por uno de los estudios de la Fundación FES
(1993), en donde se presenta una mirada a las complejas relaciones
que existen entre el juego y la pedagogía. Se sugiere asumir el juego y
utilizar los materiales educativos desde una postura crítica e innovadora que
permita contribuir a la construcción del conocimiento con los niños que asisten
a las escuelas. Se destaca que entre muchos pedagogos ha existido la concepción
del juego como mediador de procesos, que permite incentivar saberes, generar
conocimientos y crear ambientes de aprendizajes, mientras que otros han optado
por una oposición entre juego y aprendizaje.
En una experiencia educativa realizada por Erick de
Corte, en Uruguay (1995), se analizan los diferentes aportes de las
ciencias de la mente al mejoramiento de la práctica educativa.
Juan Carlos
Pérgolis (2000) concibe las dimensiones como un mediador fundamental de la cultura
urbana, en tanto puede expresarse en tres dimensiones:
a) La escuela como lugar de la ciudad: La escuela explica y propone sus
fronteras y su localización. Por lo general ha estado asociada a una idea de
lugar con fronteras duras y lejanas de la ciudad, como aislada en un gran
territorio.
b) La escuela como formación para la ciudad: la escuela aparece como
lugar de significado. Independiente del territorio y la localización, la
escuela se asume como lugar para el todo de la ciudad y ve a ésta como su
proyecto.
c) La escuela como punto de encuentro: aquí la escuela opera para ser un
foro en el que las diferentes versiones de ciudad se encuentren. Todos los
sectores de la ciudad se reúnen y ponen en común sus propias comprensiones.
Así, la escuela se ofrece como lugar de transacción hacia la construcción de
una ciudad compartida.
Según Pérgolis
(p.33, 2000), Los ambientes
educativos pueden ser vistos como contenido, como proyecto o como construcción
y fundamentalmente deben responder a una escuela donde predomina la
complejidad; en donde cada institución educativa es reconocida desde sus
particularidades. Sin embargo, estas complejas consideraciones declinan frente
al carácter disciplinario y de control social que ha moldeado a la escuela y
que todavía conserva. Según Gildardo
Moreno y Adela Molina (1993), en las escuelas actuales el ambiente
educativo se mantiene inalterado: en cuanto al ordenamiento sigue siendo
prescriptivo, en cuanto a las relaciones interpersonales es dominado por
consideraciones asimétricas de autoridad .
Parece que en la sociedad occidental, afirman los
autores, existe una actitud hacia la aceptación pasiva de los ordenamientos
sociales y no hacia el reconocimiento cultural y de otros saberes. Tradicionalmente
la escuela ha sido leída como una organización cerrada que en sí misma
pareciera un conjunto de mundos individuales aislados entre sí. Se trata de un
aislamiento que sobrepasa las dimensiones físicas, las aulas, y llega hasta el
aislamiento psicosociológico en el que parecen convivir distintos sujetos.
LOS ENTORNOS VIRTUALES. UN DESAFIO PARA LA
EDUCACION
El paso del siglo XX al XXI será conocido como el
que marcará la transformación de una sociedad basada en las relaciones
materiales a otra que se apoya en las relaciones virtuales comunicativas en su
sentido más amplio. Ahora la existencia humana se desarrolla en la esfera de lo
virtual y lo semiológico, constituyendo la comunicación mediática.
En la época actual las relaciones físicas
personales empiezan a perder peso, obviamente sin desaparecer, y empiezan a
tomar fuerza el universo mediático-relacional, el espacio de los lenguajes y el
tiempo de las nuevas comunicaciones. Aparece el concepto de cibercultura, como un escenario
tecnológico para la producción cultural, de la mediatización de lo social (Martín-Barbero
2002: 80-81). Con este fenómeno, las instituciones, los roles
personales, los individuos, las identidades y los grupos se transforman, lo que
de alguna manera introduce incertidumbre, desconcierto y a veces
desorientación, pero también nuevas posibilidades de organización social e
institucional.
Una sociedad de la información exige una nueva
alfabetización basada en los nuevos medios técnicos y en los nuevos lenguajes
que ellos suponen. Son muchas las novedades y escasa la toma de conciencia
sobre los cambios que se nos presentan. Los sistemas de educación no son ajenos
a este escasísimo discernimiento. Los procesos de enseñanza se ven obligados a
indagar cómo se suscitan en una relación de aprendizaje ya no sólo mediada por
el lenguaje oral y escritural, sino por el iconográfico, la imagen digital y
los variados sistemas de representación que traen consigo nuevas maneras de pensamiento
visual.
Es en la mediación como se va pasando de un estado
de información al conocimiento, pues la diferencia entre información y
conocimiento es que este último está dotado de significación; por ello, las
organizaciones que pretenden desarrollar acciones educativas con sus
integrantes más allá de pensar en una serie de contenidos, algunas veces
llamados asignaturas e impartidas bajo modelos instruccionales, deben pensar en
los fundamentos y directrices didácticas y pedagógicas que la educación digitalizada
exige. A partir de la aparición de los medios, el papel del aprendiz, o también
llamado alumno se resignifica. Las relaciones con sus profesores, tutores o
instructores se modifica así como su relación con el saber mismo. En la medida
en que aparece una amplia gama de fuentes y se consigue un fácil acceso a la
información, se desplaza la noción de saber a la de saberes, la noción de
verdad a la de verdades, distanciándose la concepción del saber monolítico o el
saber constituido, y surgiendo una visión más cercana al "conocimiento
como construcción".
Pero las nuevas mediaciones tecnológicas no sólo
traen aparejada una transformación estructural en el conocimiento, sino también
en los vínculos intersubjetivos que se suceden en la escuela y en las familias.
En esta dirección, debe destacarse el papel que cumple y ha cumplido la
televisión y la internet con respecto a la familia y a la escuela, pues trae
por consecuencia un "desorden cultural" que descompone las formas de
autoridad vertical entre los jóvenes, sus padres y maestros. Como lo ha
sugerido Jesús Martín-Barbero, la televisión "deslegitima" y
"deslocaliza" las formas continuas del saber promovido en la escuela
desde el texto escrito, que constituye el centro de un modelo lineal mecánico,
basado en aprendizajes graduales de acuerdo con las edades evolutivas del niño.
Por medio de la televisión el joven accede rápida y cómodamente a un
"saber visual" que subvierte el modelo escolar por etapas, legitimado
por la autoridad del maestro. Trasladada al hogar, la televisión cortocircuita
las relaciones de autoridad entre padres e hijos, al permitir que estos últimos
accedan por su propia cuenta al mundo que antes les estaba vedado: el mundo de
los adultos (Martín-Barbero
1996: 14; Pérez Tornero
2000: 37-57). De esta manera los medios han venido a recordar que
antes de que los aprendizajes adquirieran la forma de escuela, los niños se
encontraban entremezclados con el mundo de los adultos, sin los escrúpulos y
cuidados con que hoy se los trata y aprendiendo los códigos culturales por
medio de prácticas sociales bastante versátiles y efectivas.
De otro lado, la posibilidad de profundizar en la
interactividad, otra característica de los nuevos medios, adquiere un sentido
pleno en el terreno educativo. El estudiante está en posibilidad de decidir la
secuencia de la información que desea seguir; establecer el ritmo, cantidad y
profundización de la información que pretende y elegir el tipo de código con el
que quiere establecer relaciones con la información. Los anteriores elementos y
otros no mencionados hacen pensar que la educación virtual en las instituciones
educativas amerita un acercamiento desde lo conceptual y teórico que fundamente
las acciones, procedimientos y rutas que se han de tomar para su realización y
para la creación de nuevos ambientes de aprendizaje de calidad y pertinencia
social.
CARACTERISTICAS
DE LOS ENTORNOS DE APRENDIZAJE
Algunos autores señalan algunas características de
los ambientes de aprendizaje:
Ambientes
Inadecuados:
1. El trabajo del estudiante y la actividad profesional
del maestro carecen de sentido y de posibilidad de autorrealización.
2. Como el conocimiento se considera posible sin la
existencia de tensiones afectivas, del deseo del saber y de la voluntad del
saber, el resultado es un conocimiento sin comprensión.
3. Las actividades y la organización escolar se
fundan en normas que son ajenas a un proyecto ético, propio de estudiantes y
maestros.
Entornos Adecuados.
Redimensionar
los ambientes educativos en la escuela implica, además de modificar el medio
físico, los recursos y materiales con los que se trabaja, un replanteamiento de
los proyectos educativos que en ella se desarrollan y particularmente los modos
de interacciones de sus protagonistas, de manera que la escuela sea un
verdadero sistema abierto, flexible, dinámico y que facilite la articulación de
los integrantes de la comunidad educativa, maestros, estudiantes, padres,
directivos y comunidad en general. En este orden de ideas, la escuela permeable
se caracteriza porque se concibe abierta, lo más arraigada posible a su medio,
con fronteras no claramente delimitables y relaciones con el conocimiento entre los individuos que buscan establecer
vivencias culturales cruzadas por prácticas democráticas altamente
participativas.
EL AULA COMO LUGAR DE ENCUENTRO
Es
posible pensar la escuela en coherencia con una concepción de educación como un
sistema abierto, en la medida en que se supone que su estructura y
funcionamiento se realizan en un intercambio permanente con su contexto. Las
interacciones permanentes y sustanciales implican que el afuera no sea algo
ajeno o desconectado de ella y de los procesos que le son propios. Desde esta
perspectiva hablar de ambiente educativo escolar es concebir no una sumatoria
de partes llamadas sectores, escenarios, actores, sino propender su
funcionamiento sistémico, integrado y abierto.
De
nada serviría si un espacio se modifica introduciendo innovaciones en sus
materiales, si se mantienen inalterables unas acciones y prácticas educativas
cerradas, verticales, meramente instruccionales. Por ello el papel real
transformador del aula está en manos del maestro, de la toma de decisiones de la apertura , coherencia entre su discurso
democrático y sus actuaciones, además de la problemática se trata de propiciar
un ambiente que posibilite la comunicación ,el encuentro con las personas, dar
lugar a materiales y actividades que estimulen la curiosidad, la capacidad
creadora , el diálogo, donde se permita
la expresión libre de las ideas, intereses, necesidades, estados de ánimo de
todos sin excepción, en una relación
ecológica con la cultura y la sociedad en general.
La
escuela es después de la familia y aun de otros espacios de formación de
actitudes y valores, el espacio determinante en la formación individual, Es por
ello por lo que puede ser definitivo pensar una escuela del sujeto cuyos
ambientes educativos apunten a la formación humana y contemporánea de
individuos, alumnos y maestros conscientes de su lugar en la sociedad. Pensar
en una escuela cuyos ambientes educativos tomen en consideración las
interacciones entre sujetos vistos como totalidades, que vaya más allá de lo
cognoscitivo y que se consideren los sentimientos y deseos en relación con el
saber, que vaya más allá de las respuestas correctas tome en cuenta los errores, que en vez de
propiciar la farsa y la obediencia propicie la sinceridad y la rectitud además
los deseos de los sujetos.
Como espacio para la
vivencia de la democracia, la escuela no se limita a ser un escenario para el
diálogo de saberes, es también un espacio para el intercambio de intereses,
para la definición de intencionalidades comunes y para el establecimiento de
criterios de acción que tengan por objeto la consolidación de proyectos
culturales y sociales, basados sobre el reconocimiento mutuo en igualdad de
oportunidades, en contraste con la búsqueda violenta de la homogeneidad y el
igualitarismo (Moreno, Molina 1993).
Cada uno de los participantes de la actividad
escolar tiene unos referentes diferentes al hablar de la escuela; generalmente
los especialistas y los profesores siempre hablan de planes de estudio y
régimen disciplinario, la reflexión
crítica que él realice de su práctica.
Escena
las más fieles y verdaderas interacciones entre los protagonistas de la
educación intencional, maestros y estudiantes. Una vez cerradas las puertas del
aula se da comienzo a interacciones de las que sólo pueden dar cuenta sus
actores. Es aquí donde el maestro se hace y se muestra, aquí ya los deseos se
convierten en una realidad ya no es el
mundo de lo que podría ser, sino el espacio de lo que es.
Son
muchos los investigadores que se han dedicado a estudiar la clase como el
momento crucial del acto educativo. En la investigación realizada por María
Isabel Cano (1995) en cuanto al espacio físico y sus determinantes en las
interacciones sociales en la escuela, se plantean unos principios como
hipótesis de trabajo que merecen ser retomados acá.
El
carácter ético del entorno escolar es un elemento fundamental en los procesos
de aprendizaje. La racionalidad sensorial y la tematización de la afectividad
deben dar lugar al despliegue de las subjetividades en sus configuraciones
estéticas. Desde la perspectiva de Luis Carlos Restrepo se puede entender el
ambiente educativo como un clima cultural, campo de agenciamientos simbólicos
que inscriben al sujeto en ese medio de cultivo específicamente humano.
En
la escuela se generan procesos de construcción y reconstrucción de la identidad
subjetiva, dentro de una empresa cuyo propósito es eminentemente ético:
"Lo que determina nuestra actitud
ética es a la larga nuestra afectación sensible, la disposición corporal a
convivir en ese engranaje de implícitos y no dichos que caracterizan el espacio
humano. Afecciones y no argumentos, hábitos y no juicios, gestos más que
palabras y proposiciones, es lo que nos queda después de muchos años de
trajinar por las aulas y la academia, como sedimento residual de experiencias y
aprendizajes". Estos preceptos y disposiciones sensibles, según Restrepo,
son construidos de manera sutil en la interacción cotidiana, en la dinámica del
aula, en los intercambios afectivos y los ejercicios del poder que cruzan tanto
la familia como la escuela.
Todo
problema ético remite a un asunto estético, al campo de lo que se podría llamar
"estética social" en tanto
está en juego una forma de sensibilidad y es social, porque no se trata de la
experiencia individual, sino de la afección que se comparte con el grupo y que
decide el curso del comportamiento del sujeto y su escena en público. En esta
perspectiva, la noción propuesta por André Leroi-Gourham se compadece con lo
expuesto hasta ahora. Para este paleontólogo francés, la estética social o
comportamiento estético remite no a las nociones de la filosofía sobre lo bello
en la naturaleza y en el arte. No se trata tampoco de la sensibilidad
eminentemente auditiva o visual para el arte, sino de rebuscar en toda la
densidad de las percepciones cómo se
constituye en el tiempo y en el espacio
un código de las emociones asegurando al
sujeto étnico lo más claro de la inserción afectiva en su sociedad"
(Leroi-Gourham, 1971: 267).
Preguntarse por la estética social es hacerlo por
la sensibilidad que se forma en la escuela. Negar la afectividad que atraviesa
todo proceso de aprendizaje es desconocer la importancia de ligarse por el
deseo a los contextos escolares y sus actores singulares. Es negar las
cogniciones afectivas en la construcción del conocimiento. En este sentido, el
trabajo del maestro es posibilitar la formación de sensibilidades, las que se
construyen y cultivan en ambientes interhumanos a través de mediaciones e
interacciones culturales específicas. De igual manera, negar la afectividad es
negar también la posibilidad del disfrute y el goce, por ello parte de lo que
vive el ser humano también tiene que ver con lo lúdico y placentero, sin
deponer la exigencia y esfuerzo que supone todo proceso educativo.
IMPORTANCIA
DEL AMBIENTE EN EL ENTORNO EDUCATIVO
El ambiente es concebido como construcción diaria,
reflexión cotidiana, singularidad permanente que asegure la diversidad y con
ella la riqueza de la vida en relación (Ospina 1999).
La expresión ambiente educativo induce a pensar el ambiente como sujeto que
actúa con el ser humano y lo transforma. De allí se deriva que educa la ciudad (Naranjo,
Torres 1996), la calle, la escuela, la familia, el barrio y los
grupos de pares, entre otros. Reflexionar sobre ambientes educativos para el
sano desarrollo de los sujetos convoca a concebir un gran tejido construido con
el fin específico de aprender y educarse.
Otra de las nociones de ambiente educativo remite
al escenario donde existen y se desarrollan condiciones favorables de
aprendizaje. Un espacio y un tiempo en movimiento, donde los participantes
desarrollan capacidades, competencias, habilidades y valores (A.C. CEP Parras
1997: 15-18). Para los realizadores de experiencias comunitarias dirigidas a
generar ambientes educativos, se plantean dos componentes en todo ambiente
educativo: los desafíos y las identidades. Los desafíos, entendidos como los
retos y las provocaciones que se generan desde las iniciativas propias o las
incorporadas por promotores educadores y facilitadores, entre otros. Son
desafíos significativos para el grupo o
la persona que los enfrenta, con la
menor intervención de agentes externos. Los desafíos educativos fortalecen un
proceso de autonomía en el grupo y propician el desarrollo de los valores.
Los entornos educativos también están signados por
la identidad, pues la gestión de las identidades y lo cultural propio es la
posibilidad de creación de relaciones de solidaridad, comprensión y apoyo mutuo
e interacción social.
El entorno educativo no se limita a las condiciones
materiales necesarias para la implementación del currículo, cualquiera que sea
su concepción o a las relaciones
interpersonales básicas entre maestros y alumnos. Por el contrario, se instaura
en las dinámicas que constituyen los procesos educativos y que involucran
acciones, experiencias y vivencias por cada uno de los participantes;
actitudes, condiciones materiales y socioafectivas, múltiples relaciones con el
entorno y la infraestructura necesaria para la concreción de los propósitos
culturales que se hacen explícitos en toda propuesta educativa.
Teniendo en cuenta estos aspectos, la pregunta por
los ambientes educativos ya no resulta tan obvia y de sencilla respuesta.
Actualmente, por ambiente educativo se entiende una u otra denominación, no
sólo se considera el medio físico, sino las interacciones que se producen en
dicho medio.
Son tenidas en cuenta la organización y disposición
espacial, las relaciones establecidas entre los elementos de su estructura,
pero también las pautas de comportamiento que en él se desarrollan, el tipo de
relaciones que mantienen las personas con los objetos, las interacciones que se
producen entre las personas, los roles que se establecen, los criterios que
prevalecen y las actividades que se realizan.
A continuación se mencionan algunas necesidades,
identificadas como la columna vertebral de la educación que aportan algunas
pistas para pensar en los ambientes educativos, ellas son:
Planteamiento de problemas, diseño y ejecución
de soluciones.
Capacidad analítica investigativa.
Trabajo en equipo, toma de decisiones y planeación
del trabajo.
Habilidades y destrezas de lectura comprensiva y de
expresión oral y escrita.
Capacidad de razonamiento lógico-matemático.
Capacidad de análisis del contexto social y
político nacional e internacional.
Manejo de la tecnología informática y del lenguaje
digital.
Conocimiento de idiomas extranjeros.
Capacidad de resolver situaciones problemáticas.
Finalmente a la hora de hablar de entornos educativos y reconociendo que, no
obstante que han tenido lugar transformaciones estructurales en la cultura
contemporánea que le han sustraído a la escuela el monopolio que ejercía de lo
educativo, la escuela todavía tiene una gran importancia y un gran peso social,
cultural, por ello merece caracterizarse, fundamentarse el problema de los
ambientes desde ella.
De acuerdo con lo expuesto se reconocen diversos
espacios del sujeto, que se convierten en ambientes educativos, pero a la vez
no se puede desconocer que uno de ellos tiene una trascendencia en la formación
y estructuración de la cultura y es la escuela.
Es
importante que el facilitador tenga presente que en el aprendizaje de una
persona existen en conjunto de elementos que inciden de manera positiva o
negativa para que se logre la absorción de conocimientos, los cuales se pueden
llamar factores del aprendizaje, tales como: aptitud, ambiente, personalidad,
actitud, referente, reforzamiento, motivación, actuación, memoria y activación.
La
sociedad le demanda a la educación en general que se articule con las
necesidades actuales de la sociedad. Para responder a esta demanda están
diseñando nuevas ofertas e incorporando la innovación tecnológica.
En el
aprendizaje se identifican elementos que garantizan el logro de buenos
resultados, como la inteligencia o capacidad para aprender, las motivaciones,
qué me lleva a aprender, el método o sea cómo hago para aprender y dentro del
método, están las técnicas, las cuales facilitan los procesos de aprendizaje,
garantizando excelencia en los productos finales:
La infraestructura física. En el caso de una
docencia presencial la misma requiera de un espacio físico adecuado y
mobiliario y equipos apropiados para la docencia. En el caso de la educación
virtual se requiere de una infraestructura tecnológica, con los recursos y
materiales adecuados para el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Los recursos de aprendizaje deben integrarse al
proceso de aprendizaje con una clara intencionalidad educativa. Por
consiguiente, deben diseñarse respondiendo no solo al perfil del destinatario,
sino también integrando a los mismos las estrategias de aprendizajes adecuadas
a los objetivos del curso.
La Comunicación. La interacción que se genera entre
el docente y los alumnos,
Sí es uno de los elementos más importantes de un
ambiente de aprendizaje. Para ello es recomendable el uso de una estrategia de
comunicación efectiva entre docentes y alumnos que propicie la construcción de
conocimientos por parte de los alumnos. El docente juega aquí un rol de
mediador o facilitador del aprendizaje.
AMBIENTES DE APRENDIZAJE LÚDICOS
La
lúdica es una dimensión que cada día ha venido tomando mayor importancia en los
ambientes educativos, particularmente porque parece escapar a la pretensión
instrumentalista que caracteriza a la escuela. La lúdica se presta a la
satisfacción placentera del niño por hallar solución a las barreras
exploratorias que le presenta el mundo, permitiéndole su autocreación como
sujeto de la cultura, de acuerdo con lo que señala al respecto Huizinga: "La
cultura humana ha surgido de la capacidad del hombre para jugar, para adoptar
una actitud lúdica" (Huizinga 1987).
Aquí
es importante resaltar la relación existente entre juego, pensamiento y el
lenguaje, tomando el juego como parte vital del niño que le permite conocer su
entorno y desarrollar procesos mentales superiores que lo inscriben en un mundo
humanizado.
Para
el tema que se expone, se trata de incorporar la lúdica en los ambientes
educativos, pues da lugar a los procesos de construcción de identidad y
pertenencia cognitiva, opción que se sustenta desde el reconocimiento de que lo
lúdico también reside en el lenguaje, atraviesa los procesos educativos
constituyéndose en medio y fuente que permite relacionar pensamientos para
producir pensamientos nuevos. Se debe ser consciente que en la formación del
niño y el joven interactúan varios factores, que lo lúdico es un escenario
enriquecedor por lo cual no hay que perderlo de vista si se quieren abordar
unas pedagogías propias del imaginario y representaciones de ellos.
Uno
de los elementos que han permitido generar ambientes de aprendizaje lúdicos es
la incorporación del juego, este es un recurso educativo que se ha aprovechado
muy bien en los niveles de preescolar y primaria, pero que a medida que se
avanza en la escolaridad tiende a relegarse a favor de formas más expositivas
de enseñanza.
El
juego es una función vital sobre la que no es posible aún dar una definición
exacta en términos lógicos, biológicos o estéticos. Descrito por sus
características, el juego no es vida corriente
ni vida real, sino que hace
posible una evasión de la realidad a una esfera temporal, donde se llevan a
cabo actividades.
espacio-temporal
en el que tiene lugar el juego genera mundos temporales dentro del mundo habitual a partir de una actividad particular. El
juego introduce en la confusión de la vida y en la imperfección del mundo una
perfección temporal y limitada: permite al sujeto crear un orden.
La
noción de juego en su forma coloquial, tal como es presentada por algunos
autores, se concibe como una actividad u ocupación voluntaria, ejercida dentro
de ciertos y determinados límites de tiempo y espacio, que sigue reglas
libremente aceptadas, pero absolutamente obligatorias; que tiene un final y que
va acompañado de un sentimiento de tensión y de alegría, así como de una
conciencia sobre su diferencia con la vida cotidiana.
Estudiosos
del juego (Ferrari 1994: 47-49) destacan que puede empleársele con una variedad
de propósitos dentro del contexto de aprendizaje. Señalan que dos de sus
potencialidades básicas, las más importantes, son la posibilidad de construir
autoconfianza e incrementar la motivación en el jugador. Es un método eficaz
que posibilita una práctica significativa de aquello que se aprende; el juego en
la educación ha servido como motivador y a veces como recurso didáctico; sin
embargo, en la práctica pedagógica no se ha explorado suficientemente su
potencial como espacio de conocimiento y de creatividad.
De
este modo, cabe pensar que los ambientes lúdicos pueden ser no sólo ocasión de
entretenerse y divertirse, que es lo primero que se asocia con el juego; la
sorpresa, lo gracioso, son componentes naturales en el juego. Pero el
juego-juego va más allá, permite vivir en micromundos usualmente entretenidos y
amigables (al menos no amenazantes), sean situaciones de menor complejidad que
las reales, o mucho más allá de estas, fantasiosas y especulativas, pero en
cualquier caso ceñidas a las reglas vigentes y en pos de metas valederas. Y es
por esto que el juego permite desarrollar la creatividad, pues las reglas,
dando un orden a la interacción entre los participantes, no son necesariamente
lógicas o ceñidas al comportamiento del mundo físico, cabe inventárselas o
concertar unas nuevas formas de camino; esto brinda una muy sólida base para
potenciar las capacidades humanas, para traspasar el umbral de lo conocido,
para desarrollar el potencial creativo del ser humano y dar lugar a lo que más
caracteriza al hombre: su capacidad para simbolizar el mundo: la "libertad
simbólica". Este aspecto es sumamente destacado y valorado en los estudios
de la semiótica y las ciencias sociales contemporáneas. Para el antropólogo
Gilbert Durand, el símbolo remite la libertad del sujeto para crearse y crear
el mundo:
CONCLUSION
Finalmente en esta investigación se de resaltar que
un individuo aprende a través de un proceso activo, cooperativo, progresivo y
autodirigido, que apunta a encontrar significados y construir conocimientos que
surgen en la medida de lo posible de las
experiencias de los alumnos en auténticas y reales situaciones que se
desarrollan en los diferentes entornos de aprendizajes.
La educación es un proceso
social por naturaleza, un evento que al estar implicado en una red de
influencias mutuas, es indudablemente, el suceso más humano y humanizador de
todas las finalidades sociales.
La posición del alumno cambia, puesto que
progresivamente debe asumir la su responsabilidad adaptándose a los diferentes
entornos en que se desenvuelven. Donde la posición del docente debe ser quien deja de ser la única fuente de
información y se convierte en un activo participante de la comunidad de
aprendizaje, pues define un clima estimulante en el plano intelectual que funciona como modelo para la definición y
solución de problemas, realiza preguntas desafiantes, propicia el feedback , la ayuda necesaria a sus
alumnos y favorece en ellos la autoconducción de sus aprendizajes.
Por tanto, se debe comprender que todo aquello que se realiza a
través de las herramientas infovirtuales o cualquier entorno de aprendizaje
sirve como sistema de actuación que
interviene como condición de aprendizaje, y por ello, deja una secuela
no sólo en aprendizaje de un tema, sino que influye en los marcos de
pensamiento, esos componentes tácticos de actividad mental que orientan
nuestras estrategias de aprendizaje.
|
BIBLIOGRAFIA
OSPINA, HECTOR FABIO (1999). Educar, el desafío de hoy:
construyendo posibilidades y alternativas. Santafé de Bogotá: Cooperativa
Editorial Magisterio.
PEREZ
TORNERO, JOSE MANUEL (2000). Las escuelas y la enseñanza en la sociedad de la
información. PEREZ TORNERO, JOSE MANUEL (comp.). Comunicación y educación en la
sociedad de la información, Barcelona: Paidós. PERGOLIS,
J.C. (2000). Relatos de ciudades posibles. Ciudad educadora y escuela: la
práctica significante. Bogotá: Fundaurbana.
RAICHVARG,
DANIEL(1994). La educación relativa al ambiente: Algunas dificultades para la
puesta en marcha. Memorias Seminario Internacional. La Dimensión Ambiental y la
Escuela. Santafé de Bogotá, Serie Documentos Especiales MEN: 2-28.
SAUVE,
LUCIE (1994). Exploración de la diversidad de conceptos y de prácticas en la
educación relativa al ambiente. Memorias Seminario Internacional. La Dimensión
Ambiental y la Escuela. Serie Documentos Especiales MEN, Santafé de Bogotá.
13 comentarios:
Muy interesante su exponencia ,ciertamente que conceptualizar los ambientes educativos desde la interdisciplinariedad enriquece y hace más complejas las interpretaciones que sobre este tema puedan construirse, abre increíbles posibilidades de estudio, aporta nuevas unidades de análisis para el tratamiento de problemas escolares y sobre todo ofrece un marco conceptual con el cual comprender mejor el fenómeno educativo, de ahí poder intervenirlos con mayor pertinencia.
Aunque al hablar hoy día de entornos de aprendizaje es interesante plantear también, los PLE que no son mas que los entornos personales de aprendizaje , [acrónimo de la expresión original Personal Learning Environment] es una expresión que aproximadamente desde la JISC/CETIS Conference de 2004 se viene utilizando para referirse al conjunto de herramientas, servicios y conexiones que empleamos para alcanzar diversas metas vinculadas a la adquisición de nuevas competencias.
Aprender a través de un PLE permite dirigir el propio aprendizaje, tal y como ocurre con el aprendizaje informal, conectando información de diversas fuentes, información que llega filtrada y comentada por la comunidad en la que se participa.
Ahí les dejo una colorida infografía publicada por el blog “En La Nube TIC” que tiene el objetivo de introducir a los docentes en el concepto de Entorno Personal de Aprendizaje o PLE (Personal Learning Enviroment).
http://www.relpe.org/wp-content/uploads/2012/03/21-ple.jpg
El entorno pedagógico debe ser bien observado por los maestros , por que dependerá de un buen ambiente para que los alumnos puedan sentirse cómodo y atraído hacia el aprendizaje.
se debe buscar el entorno adecuando de acuerdo a la materia , si estamos hablando de ciencias naturales , los mas lógico es que la clase debe estar adornada de materiales que corresponda al área.
de igual forma la demás área deben aplicar todas las estrategias utilizando los entornos mas próximos a la materia que ayuden a afianzar una buena practica educativa.
Los entornos de aprendizajes son vistos como los espacios o ambientes que influyen directamente en la calidad de la práctica pedagógica. Los entornos de aprendizajes desde una revisión con miras a contribuir a la delimitación conceptual y profunda de este. No obstante las transformaciones de la cultura contemporánea han puesto en cuestión el monopolio que ha ejercido la escuela sobre lo educativo, ella sigue siendo uno de los espacios de aprendizaje más importantes en las sociedades actuales, de allí que sea necesario repensar ambientes como el aula desde perspectivas diversas y complejas que no reduzcan el problema a una sola de sus dimensiones. En fin siempre hay que tenerlo en cuenta al momento de hacer el desmpeño de la labor docente.
Carlos DElgado.
Todo maestro/a como guía que busca direccionar a sus discentes hacia cominos bien cimentados, proporciona a su grupo un trabajo en ambientes favorables a los mismos. ES de suma importancia el contar con espacios físicos que permitan al docente dinamizar sus clases ya que estos permiten que los estudiantes se sientan motivados y puedan dar respuestas a sus necesidades de aprendizajes que los hagan cada día más creativos, entusiastas y más emprendedores.
Con se habla ambientes de aprendizaje, se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo, cada uno de los discentes utiliza sus estilos de aprendizaje, en donde desarrolla sus destrezas y habilidades en las diferentes áreas del saber. Los distintos modelos y teorías existentes sobre loe estilos de aprendizaje, lo que nos ofrecen un marco conceptual, que nos ayudan a entender los comportamientos que observamos a diario en las aulas. El maestro es el constructor de grandes hombres y mujeres productivos a la sociedad.
LOS ENTORNOS DE APRENDIZAJE
Considero excelente este trabajo sobre los entornos de aprendizaje en donde pude percatarme que la educación es una de las instituciones de la sociedad que está inmersa en un proceso de cambios permanente, debido a que es permeada por los cambios sociales que se dan gracias a la integración de la tecnología, la innovación y los avances en la comunicación, que han modificado la calidad de las relaciones interpersonales. Este proceso de cambios necesariamente genera modificaciones en la manera como aprenden las personas, por lo que es necesario repensar y replantear los modelos educativos, los roles de los actores en el proceso de enseñanza y aprendizaje y los escenarios en los cuales se desarrollan los conocimientos.
Los ambientes de aprendizaje en las instituciones educativas están siendo adaptados a la sociedad del conocimiento, atendiendo al creciente desarrollo tecnológico, sin embargo, para que esta transformación sea realmente efectiva es preciso que los profesores modifiquen sus prácticas pedagógicas proporcionando al estudiante un entorno que provea experiencias auténticas que servirán para mejorar sus habilidades y competencias.
Las sociedades han cambiado tanto en su estructura como en sus procesos de evolución, lo que conlleva a un cambio en el sistema educativo, ya que esa partir de él donde se especifica el tipo de hombre que requiere la sociedad, y contribuye en gran medida en su formación. Desde este punto, la educación juega un papel muy importante en el desarrollo de una sociedad.
Algo que me gustó mucho fue el planteamiento de que los procesos de enseñanza y aprendizaje requieren un cambio de mentalidad en los estudiantes y profesores que lleven a modificar todo un esquema educativo que viene funcionando durante mucho tiempo en nuestro país, en este nuevo esquema tanto estudiantes como profesores están dispuestos a generar nuevos ambientes de aprendizaje mediados por las TIC que favorezcan la participación, la comunicación y la construcción de conocimiento colectivo.
La educación virtual se ha convertido en la herramienta clave para abordar estos aspectos, para despertar en los estudiantes sus capacidades para curiosear, indagar, especular, así como de crear en forma individual y colectiva, trabajando alrededor de problemas o fenómenos. En estos nuevos ambientes de aprendizaje se desarrollan habilidades para la interacción y discusión en línea que toma en cuenta varios puntos de vista gracias a los espacios de comunicación que en él se generan.
Los felicito hicieron una excelente exposición, realmente hemos aprendido mucho.
Un entorno de aprendizaje es el lugar donde tiene lugar el aprendizaje. La gestión de un ambiente de aprendizaje supone el diseño de los entornos que lo estructuran, (Entorno de Conocimiento, Colaboración, Asesoría, Experimentación y Gestión) y cada uno de ellos cubre funciones distintas en la práctica educativa.
El diseño del espacio supone entonces anticipación de las experiencias de los educandos y reconocimiento de las dinámicas que pueden generarse en el entorno digital. Estas dinámicas son interacciones humanas, y también interacciones con objetos de conocimiento.
Para realizar las tareas de gestión y diseño han surgido distintos apoyos para los educadores, y por supuesto diferentes modos de concebir la formación docente para la llamada educación virtual.
Ambiente educativo se entiende una u otra denominación, no sólo se considera el medio físico, sino las interacciones que se producen en dicho medio. Por tanto es preciso mantener entorno de aprendizaje de calidad para alcanzar el objetivo.
Los entornos de aprendizajes permiten guiar el propio aprendizaje, ayudan a los estudiantes a controlar su aprendizaje.
Para algunos autores, un PLE no sólo debe considerar las herramientas, sino también las relaciones interpersonales entre los aprendices-aprendices, aprendices-docentes, incluso entre aprendices-personas externas a la comunidad educativa. También deben incluirse los espacios físicos donde ocurran los actos de aprendizaje (bibliotecas, parques, la oficina, etc.) y los materiales impresos (libros, revistas, periódicos, etc.).
https://webuniversidad20.wikispaces.com/Configurando+un+PLE+ideal+para+alumnos+universitarios
Publicar un comentario